sábado, 16 de enero de 2010

8-Existe una trágica necesidad de un partido comunista

Aparecido con el título: “¿Locura? ¿Insolencia? ¿Convicción? El Partido Comunista Rumano regresa”. Entrevista concedida a Mircea Florin Şandru en La juventud libre, número 465, 16 de agosto de 1991. “El Ingeniero Virgiliu Zbăganu, presidente del comité de reorganización, intenta defender su causa”.

– Para comenzar, algunos datos biográficos: ¿quién es usted, de hecho, señor Zbăganu?

– Mi biografía no tiene nada espectacular. Soy ingeniero, egresado de la Facultad de Cibernética, generación de 1979. Tengo 37 años. Hasta 1986 fui ingeniero de fábrica en la Empresa de Ordenadores, después de lo cual cambié de lugar de trabajo, el cual no voy a declarar, porque no quisiera mezclar mi actividad profesional con la política. He cursado también algunos estudios de física, los cuales no invoco, porque la Facultad de Física, así como la cursé yo, en el turno de la noche, tiene muy poca relación con la física. Como ve, una biografía absolutamente lineal.

– ¿Qué les ha dado, a usted y a los del Comité, por refundar, o, en fin, reorganizar el Partido Comunista? A mí me parece una locura pura, perdóneme la expresión.

– Existe una trágica necesidad, como dice el poeta, de un partido comunista en Rumania. El espectro político de nuestro país está profundamente desequilibrado. La izquierda, para existir, debe no sólo reunir un cierto número de formaciones, hacer marcas en unas siglas, sino tener una determinada significación en el electorado. En el momento presente, la izquierda está abarcada sólo por el Partido Socialista del Trabajo y por otras cuantas formaciones de las que la gente no creo que haya oído. Por ejemplo, el Partido del Renacimiento Nacional, el cual declara que profesa una política de izquierda democrática.

– Hasta donde yo sé, los “restos” del Partido Comunista (rebautizado como partido socialista) se ha unido con el Partido Democrático del Trabajo, formando el Partido Socialista del Trabajo. ¿De qué otra reorganización del Partido Comunista Rumano se puede hablar?

– El problema es: ¿quién puede hablar en nombre del Partido Comunista? ¿Quién ha apoderado a quién para proceder a una tal “unificación”? En consecuencia, la afirmación de que el Partido Socialista del Trabajo ha reemplazado al Partido Comunista Rumano no corresponde a la realidad. Personalmente, no deseo referirme mucho al Partido Socialista del Trabajo, porque no quiero que se entienda que mis referencias pudieran ser un ataque de nuestra parte hacia esta formación política. No deseo insistir sobre esto, porque nuestro objetivo no es atacar un partido de izquierdas, sino a los partidos de derechas.

– Parece un hombre joven. ¿Cómo se le ha ocurrido implicar su nombre y su juventud en una ideología que ha semostrado ser un fracaso desde todos los puntos de vista?

– Soy marxista desde hace unos veinte años. Entre mi actitud de ahora y mi actitud de siempre, que ha sido de hostilidad ante la dictadura ceauşista, hay una continuidad plena. Me encuentro ahora en las filas del Partido Comunista Rumano porque he sido siempre comunista. Los otros miembros del Comité de Reorganización tienen la misma opinión que yo. Lo que fue malo, lo que fue bueno en el pasado, esto hay que analizar. Esto lo vamos a hacer nosotros. Se habla mucho de un juicio al comunismo. Lo vamos a hacer nosotros. Porque nosotros tenemos que tirar la basura, ver qué estaba limpio y qué estaba sucio. En el momento presente, intentando bañar al niño, éste es arrojado al mismo tiempo que el agua.

– Está citando, me parece, a Ceauşescu.

– Seguro que sí. No todo lo que afirmó Ceauşescu fueron errores. Por otra parte, será muy difícil encontrar una persona que haya dicho durante toda su vida sólo falsedades.

– ¿Qué hay del fracaso de la ideología comunista?

– Infelizmente, la ideología ha ido por un solo modelo, el totalitario. Si intentamos buscar en la ideología las fuentes del modelo totalitario, usted verá que no las encontraremos. El modelo totalitario ha resultado en el proceso de la práctica histórica, y no de “las prácticas” históricas. Se trata de un solo camino, el stalinista. Todos sabemos que los regímenes de Europa del Este han resultado como consecuencia de la presión del Ejército Rojo. Asimismo, tenemos la experiencia china y la vietnamita, las cuales hay que buscar también por aquí. Ha existido una sola experiencia autónoma, la de Cuba.

– ¿Se mantienen en la doctrina de su partido conceptos tales como “lucha de clases”, “explotación del hombre por el hombre”, “democracia obrera”, etc.?

– Con gran cautela, sí. Por supuesto, la afirmación según la cual detrás de todo fenómeno está la lucha de clases, es forzada. Pero también lo es la afirmación de que la lucha de clases no existe en ninguna circunstancia; que ningún fenómeno social tiene tras de sí esta lucha es, igualmente, una afirmación extremadamente arriesgada. Recuerde lo que gritaron los “atorrantes” en la Plaza de la Universidad: ¡abajo la nomenclatura! ¿Qué fue la nomenclatura? La clase dominante del régimen anterior. Por lo tanto, la Plaza de la Universidad fue, mucho me temo, una expresión de la lucha de clases.

– ¿Qué emprendería su partido en este momento si se hallara en el poder? ¿Nacionalizaría las recién constituidas sociedades comerciales con capital privado? ¿Anularía la ley del Fondo de Bienes Raíces? ¿Disolvería el Parlamento y proscribiría los partidos políticos?

– ¡Dios nos libre! Nosotros estamos a favor de una sociedad pluralista, de una economía de mercado. El sistema de la economía planificada empezó a perder terreno ya desde 1970 aproximadamente. Algunos intentan descubrir el fracaso de las sociedades del este europeo en los últimos diez años. Pero este fracaso empezó mucho antes. Se debe a la incapacidad de la economía planificada de asimilar el progreso técnico. Ésta es la causa.

– Según su doctrina, ¿la economía de mercado es compatible con la idea de comunismo?

– La noción de economía de mercado se identifica abusivamente con la de capitalismo. Ahora bien, ésta no representa sino un marco de competición en el que los precios se forman de acuerdo al juego del mercado. Por supuesto que en este tipo de condiciones se puede llegar a grandes diferenciaciones sociales, pero es deber del Estado intervenir en interés de la mayoría para limitar estas diferenciaciones. Pero nosotros decimos desde el propio comienzo que no nos oponemos a las diferenciaciones que resultan del trabajo. Por otro lado, el modelo estrictamente igualitario ya no está entre los objetivos de ningún partido comunista, el problema que se plantea ahora es el de la igualdad de oportunidades. Lamentablemente, en nuestro país las diferencias no resultan del trabajo, sino de variados tipos de robo.

– ¿No tiene miedo? ¿No cree que su intento lo expone a acciones violentas?

– Recibo y recibimos muchas llamadas telefónicas. Unas personas nos insultan, nos consideran inconscientes, locos o criminales. Otros, por el contrario, dicen que nuestro gesto era necesario. Así las cosas, es mejor, por el momento, no hacer públicos los nombres de las personas que integran nuestro Comité de Reorganización. Algunos de ellos no desean recibir todos los días la coz del burro. Porque no es muy agradable recibir diariamente una coz de parte de cada burro en nombre de las porquerías hechas por otros, absolutamente ajenos a la ideología y al espíritu de la izquierda. Se afirma que Ceauşescu habría sido comunista. Es una aberración. Él fue anticomunista. Nadie ha causado males mayores al comunismo de Rumania que el régimen que murió, porque tenía que morir, en diciembre de 1989.

– Si su formación se declara la continuadora del Partido Comunista, ¿no considera
natural asumir, en el plano moral, la responsabilidad por los abusos y los crímenes que éste cometió en los 45 años de dictadura?

– A diferencia de los otros “partidos históricos”, que no asumen su pasado (su parte oscura), el Partido Comunista asume todos los hechos cometidos. El problema de la responsabilidad es muy importante. Vamos a asumir nuestra responsabilidad en la medida en que se pueda evaluar. Existe una responsabilidad que no debe ser buscada exclusivamente en el interior de las fronteras. Todos sabemos que ha habido una extraordinaria presión desde el exterior, sabemos que la historia estuvo trancada hasta 1989. Pero, a propósito de responsabilidad, tenemos que considerar la responsabilidad individual. Porque, a partir de los años ’70, se creó una falla cada vez más profunda entre los simples miembros del partido y la nomenclatura. Así pues, a cada uno según lo que ha cometido, y no juicios en bloque a los que han formado y forman parte del Partido Comunista.

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