viernes, 15 de enero de 2010

21-El siglo XXI será comunista o no será

Entrevista con Virgiliu Zbăganu, Presidente del Comité de Reorganización del Partido Comunista Rumano, realizada por Maria Pietraru, en El camino, año III, número 104-105-108-109, 1992, Deva.

– Confieso que su juventud me pone un poco en problemas… Parece que usted fuera un comunista rebelde de la ilegalidad.

– ¿Los comunistas de las películas de clandestinos? Me temo que en la realidad se veían de manera diferente. Sin duda que entre ellos hubo también jóvenes idealistas, pero para mí hoy es un hecho confirmado que la mayoría fueron mercenarios.

– Continuadores de los comunistas se consideran también los del Partido Socialista del Trabajo. ¿En qué relación se encuentra con este partido?

– … es un campo minado. Llegaron hasta mis oídos opiniones de unos activistas del Partido Socialista del Trabajo, formuladas en círculos restringidos, según las cuales nosotros seríamos una diversión del poder, destinada a atentar contra el Partido Socialista del Trabajo. Entre nosotros y este partido existen diferencias. No quiero insistir, pero especialmente después de las últimas declaraciones de Verdeţ, ellos ya no se consideran comunistas y está claro que ya no ocupamos el mismo lugar en el espacio político.

– ¿Se considera usted una especie de mártir? Sé que a causa de sus convicciones ahora está desempleado…

– No sé si los mártires cristianos se consideraban mártires. Tuvieron fe en algo y fueron hasta las últimas implicaciones. Existen situaciones en la historia de un pueblo en las que lo importante no es vivir, lo importante es ser hombre. Si asistiera de brazos cruzados al derrumbe y la bellaquería sin precedentes de mi país, entonces no sería hombre. Existe riesgo, por supuesto, y las amenazas vienen no sólo de parte de los enemigos, sino también de parte de los que, objetivamente, deberían estar junto a nosotros.

– ¿Cree que después de que se gritara (y de que se siga gritando todavía) “abajo el comunismo”, éste tiene alguna posibilidad ahora, en el período inmediatamente posterior?

– Andre Malraux dijo: “El siglo XXI será religioso o no será”. Yo digo: el siglo XXI será comunista o no será. En diciembre de 1989 se gritaron muchas cosas, pero la consigna “Abajo el comunismo” no existía entonces. Como alguien que estuvo en primera línea el 21 y 22 de diciembre, sé muy bien qué se gritó y qué no en Bucarest. Es cierto que hay quienes juran haber enronquecido gritando “¡Abajo el comunismo!”, pero esto no sucedió en esos días, sino mucho más tarde, en Golania[1]. En general, los que estuvieron en la calle el 21 y 22 de diciembre no son los mismos que poblaron Golania y gritaron, de verdad, hasta enronquecer, “Abajo el comunismo”. Tengo motivos suficientes para creer que la consigna “Abajo el comunismo” fue traducida del inglés y fue lanzada al mercado después del 22 de diciembre de 1989.

– ¿Calienta o alivia en algo su misión si esta consigna fue lanzada más tarde, y no en aquellos días enardecidos?

– Sí, porque demuestra que ella fue lanzada por un grupo minoritario, antidemocrático y cobarde.

– ¿Cuántas veces ha sido insultado debido a sus convicciones?

– No las he contado, pero en un día punta, la cosecha puede ser abundante. Por ejemplo, según una información aparecida hace poco en Rumania libre, he oído algunas decenas de insultos por día. El problema no es cuántos son los hostiles. Al ciudadano se lo intoxica 24 horas diarias por todos los medios de propaganda anticomunista. No les puedo reprochar que se dejen empapar por esa propaganda.

– Ha pronunciado la palabra “propaganda”. ¿Los nuevos comunistas ya no se sirven de ella?

– A nosotros nos interesa la realidad antes que nada. Repito a menudo un citado de Marx y Engels, vol. III, pág. 36: para nosotros el comunismo no es un estado que deba ser creado, un ideal al que deberá conformarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que suprime el estado actual. Muy a menudo intentamos limpiar el terreno de la ideología, insistiendo en la verdad. Lamentablemente, son pocos los que quieren saber.

– Las palabras son bonitas, pero ¿cómo logrará convencer a la gente?

– No me ha sucedido hasta ahora haber conversado con una persona honesta y que nos hayamos separado de otro modo que en buenas relaciones. Nuestros adversarios saben que tenemos razón. Justo por eso han movilizado todos sus recursos propagandísticos, para impedir que nos expresemos. Sin embargo la mentira ya no puede durar mucho. Por más palabras que se pronuncien, la verdad de los dos últimos años es dura. Y la situación sigue agravándose, porque la derecha que gobierna ahora no ofrece ninguna solución. El pueblo empieza, sin embargo, a despertarse a la realidad.

– ¡Usted habla de la derecha en el gobierno, sobre la cual la oposición dice que, de hecho, es de izquierdas!

– La afirmación según la cual el Frente de Salvación Nacional sería un partido de izquierda merece realmente un premio. El Frente de Salvación Nacional es un partido de derechas que se diferencia de los otros partidos de derecha porque representa la derecha pacífica, mientras que los “históricos” representan la derecha artera, revanchista. El Frente de Salvación Nacional se convirtió en el partido de derechas que es hoy recién después de que el equipo Roman acaparase toda la conducción.

– ¿Cuál sería el modelo de sociedad que propone usted?

– La sociedad sueca y en general los nórdicos están bastante cerca de lo que haremos nosotros aquí después de ganar las elecciones.

– ¿Está tan seguro de que las va a ganar?

– Los rumanos no son ni suicidas, ni masoquistas; fueron llevados de la nariz, se les prometió libertad, democracia, prosperidad, civilización y en cambio fueron arrojados a un charco de pobreza y promiscuidad. Dentro de cuatro años las promesas de la derecha ya no valdrán ni dos céntimos. Entonces los rumanos van a votar a la izquierda.

– ¿No teme que se le acuse de arrogante e ingenuo?

– ¿Por qué?

– Al estar tan seguro de su carta.

– La carta de le derecha se ha visto ya. La derecha no puede sino “implementar” un capitalismo colonial. No existe ningún economista serio, ningún teórico de prestigio que acepte lo que se hace hoy en toda Europa del Este. Tengo varias centenas de páginas de material que demuestran que por el camino suicida por el que hemos partido, para esta parte del mundo no existe ninguna salida. Y si se insiste por este camino, los niños que nacen hoy van a vivir mucho peor que nosotros en 1989. El capitalismo primitivo de tipo colonial es netamente inferior al socialismo de cuartel.

– Pero se puede decir igualmente que también la carta de los comunistas se ha visto durante 45 años.

– La historia estuvo bloqueada hasta 1985, y no fuimos nosotros los que la bloqueamos. Todo lo que vivimos nosotros no fue el producto de la doctrina comunista, sino el producto de una forma degenerada de la doctrina. A menudo entre la doctrina y la realidad social la contradicción fue total. El régimen Ceauşescu fue derribado en 24 horas justo por esto.

– El régimen Ceauşescu se decía régimen comunista.

– La discusión es más larga. Si al lado de la seguridad del puesto de trabajo, de la asistencia médica, de la enseñanza gratuita, etc., hubiese existido además pluralismo político, libertad de prensa, derecho a viajar al extranjero, entonces yo estaría de acuerdo en llamarlo régimen comunista.

– ¿Debo entender que usted se aparta totalmente de los comunistas de antes de 1989?

– No sólo que nos apartamos de ellos, sino que ellos se apartan de nosotros. Entre los ex dignatarios del Partido Comunista Rumano una ínfima minoría se siguen considerando hoy comunistas.

– ¿Ha sido miembro del Partido Comunista Rumano también antes?

– Sí. Desde 1976.

– Entonces, según afirma, sólo usted podrá llevar a la sociedad rumana por el buen camino. ¿Y si es golpeado usted también por los vicios de las personas de las que se queja el gobierno de ahora?

– No creo que las enfermedades adquiridas en los dos últimos años sean incurables. Con los que trabajan estoy convencido de que nos vamos a entender muy bien. En la gente sin preparación descubro a menudo un extraordinario sentido común y un sano juicio. Con la mayoría nos vamos a entender. Los problemas estarán constituidos por los lúmpenes intelectuales.

– ¡Explique!

– Lump significa vagabundo en alemán. Cuando digo lúmpenes intelectuales pienso en una fauna de individuos con aires de intelectual de élite que en realidad no se prestan a los esfuerzos de la mente. Infelizmente, entre nuestros intelectuales, los lúmpenes son numerosos. Sin cultura, llenos de complejos, devorados por el deseo de privilegios, incompatibles con leer un libro, ellos van casi siempre tras el olor del asado. Por eso ellos son una masa de maniobra extremadamente peligrosa. Su espíritu primitivo es incapaz de asimilar otra cosa que consignas.

– ¿Cuál es su situación jurídica?

– El Partido Comunista Rumano es legal por la simple razón de que no existe ningún acto normativo que lo proscriba.

– Entonces se les podría imputar que son, sin embargo, los continuadores del Partido Comunista Rumano de hasta 1989…

– Lo somos por los miembros, por la doctrina, pero no por la conducción y tampoco por las prácticas de la vida interna del partido. Le preguntaría, ¿son acaso los liberales de hoy los continuadores de los liberales de 1907, que dispararon con el cañón sobre las aldeas rumanas? ¿Son los campesinistas de hoy los continuadores de los que dispararon contra los trabajadores en Griviţa, en 1933? Creo que no.

– Pero, ¿cuáles van a ser las prácticas de la vida de organización de la sociedad? Por ejemplo, en la agricultura, traería de nuevo las C.A.P.?

– Si los propietarios individuales de terrenos quieren asociarse en cooperativas más grandes o más pequeñas, van a ser alentados. El problema no es que antes la agricultura estuviera cooperativizada, sino que esta cooperativización se hizo a la fuerza. En todos los países occidentales existen cooperativas agrícolas en formas y dimensiones variadas.

– ¿Tiene muchos adeptos?

– Esto se verá en las urnas. Hasta entonces no hablamos.

– ¿En qué relación se encuentra con Ilie Verdeţ?

– También a él le preguntaron en qué relaciones se encuentra conmigo. No comentó, por lo tanto…

– Según lo que hemos conversado aquí siento la necesidad de volver sobre una cuestión. Los intelectuales lo han traicionado. Pone todas sus esperanzas en los trabajadores. ¿Y si también ellos lo traicionan?

– Los defectos humanos están distribuidos uniformemente en la masa de los hombres. Mi decepción ante cierta parte de la intelectualidad proviene sólo del hecho de que les constato una falta de instrucción y de deseo de instruirse, así como del hecho de que es una masa de maniobra a disposición de unas fuerzas políticas indiscutiblemente sucias.

– Pero, ¿los mineros no han sido también masa de maniobra en el último tiempo?

– Sin dudas. Si los intelectuales de élite me piden que no tenga respecto a ellos más pretensiones que respecto a los mineros, ¡entonces los perdono y los dejo a cuenta de Dios!

– ¿Dios? ¿Cree en Él?

– Sí. Hemos hecho las paces. El problema de la religión es un problema de conciencia individual. No me parece que para un comunista el ateismo sea estrictamente necesario.

– Entonces, ¿usted todavía cree que “el comunismo es el sueño dorado de la humanidad”?

– Usando otras palabras, sí. La necesidad de igualdad está inscrita en el código genético de la especie homo sapiens.

– ¿Por que ha estado a un lado hasta ahora?

– No he estado a un lado, sino que sencillamente las posibilidades de intervención del individuo en realidad son muy pequeñas. No vivimos en democracia, sino en una dictadura que se ejerce de otro modo respecto a la de antes de 1989.

– Si ganara en las elecciones, ¿qué destino tendrán los otros partidos? ¿Aceptaría enfrentarse siempre en elecciones?

– Por supuesto.

– Y si perdiera alguna vez, ¿aceptaría ceder el poder?

– Sí. Si después de cuatro años no lográramos convencer al electorado, significaría que no merecemos permanecer en la conducción del país.

– ¿Y si quienes hoy lo apoyan, los comunistas de su entorno inmediato, llegando de nuevo al poder lo traicionan y se transforman en lo que habían sido antes, y usted se ve sacrificado como un cordero en el altar de sus propias convicciones? Porque, le digo francamente, el comuismo con el que usted sueña es un poco utópico.

– Si. Es posible que así sea. La única garantía en contra de tal alternativa es la democratización profunda en el interior del partido. En La Chispa nr. 1, nueva serie, hemos explicado nuestras intenciones. Mucha gente se pregunta si no será el ingeniero Virgiliu Zbăganu (a quien hasta ahora nadie ha podido reprocharle nada) más que un biombo honorable tras el cual se esconden personajes sospechosos, que me hagan el juego a mí hasta cierto punto. Que esta alternativa no es posible lo sabremos pronto.

– ¿Qué espera del pasar del tiempo?

– Podríamos hablar de esperanzas lejanas y esperanzas cercanas. En el mundo hay mucha rufianada, suciedad, pero hay también gente buena. Aunque la historia de la humanidad ofrece una serie interminable de rufianes, yo creo en el progreso moral de la humanidad. Sólo que éste es muy lento.
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[1] Del término rumano golan: granuja, bribón, maleante. N. del t.

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